Me atrevo a decir sin miedo a equivocarme que todos aquellos que tienen una vinculación con Navarra han oído hablar alguna vez de este pueblo, de su famosa cueva y de los akelarres que tuvieron lugar en ella. Es más diría que es imposible mencionar esta pequeña población de alrededor de 200 habitantes y no hablar de brujas.
La Villa de Zugarramurdi (Zugar=olmo, di=abundancia) se haya enclavada en el Pirineo Occidental, al norte del Valle del Baztán y pertenece a la Merindad de Pamplona. En su término se localizan diversos asentamientos arqueológicos en las cuevas de Akelarren Leze, Bidartia, Lexotoa y Sorgiñen Leze, así como el conjunto de cronlechs de Mairuillarrieta.
Los hechos históricos más reseñables relacionados con esta localidad son:
Nacimiento de Zugarramurdi en 1154 como granja del Monasterio de San Salvador de Urdazubi-Urdax.
Los Zugarramurditarras lograron que la «universidad» de Baztán les autorizara en 1482 el aprovechamiento de los montes comunes del valle.
En 1580 se construye la primera iglesia en el mismo lugar en la que se ubica la actual iglesia parroquial de la Asunción de Santa María.
En 1608 llega la francesa María Ximildegi quien después declararía que había estado en un aquelarre y surgen los primeros altercados con supuestos brujos.
En 1611 el tribunal de la Inquisición de Logroño condena a 11 Zugarramurdiarras a ser quemados en la hoguera. A partir de este momento, se desata una persecución tal por toda Xareta (Sara, Ainhoa, Urdazubi-Urdax y Zugarramurdi) que supuso que cerca de 5000 personas adultas y más de 1000 niños se declaran brujos/as o fueran acusadas de serlo.
Hay que tener presentes, como se recoge en el Museo de las Brujas de Zugarramurdi, las características especiales que tenía esta tierra, con una tradición mitológica importante y en la que las mujeres generalmente tenían mucho peso en la toma de decisiones, conocían las plantas, hacían ungüentos...
La concesión del status de Villa en 1667 y su emancipación del monasterio de Urdax.
Con las reformas municipales de 1835-1845, la exclaustración y la desaparición de las jurisdicciones de tipo señorial, Zugarramurdi quedó como ayuntamiento independiente, sometido al régimen común.
La atención sanitaria mejoró desde el año 1788 gracias a la generosidad de sor Joaquina Benita de la Cruz, religiosa dominica en el convento de Santa Catalina de Siena que promovió la construcción de un hospital en su casa, «Induburua».
En 1793-1795 en la Guerra de la Convención contra los franceses casas, hospital y buena parte de la iglesia fueron destruidas.
Ya en el s.XX, en los años veinte, existió en el lugar una fábrica de chocolate que sitúa a esta pequeña localidad dentro de la tradición chocolatera de Navarra.
En 1911 tuvo lugar el primer ZIRIKO-JATE cuando Andrés Pery y su esposa Francisca Mendiburu volvieron de Argentina a la casa Barrenetxea y organizaron un asado de cordero al estilo pampero. Una nueva muestra de la conexiones vasco-argentinas. Desde entonces, cada 18 de Agosto, la cueva del Akelarre de Zugarramurdi, se transforma en una gran celebración.
Hoy en día, la zona ofrece un sinfín de posibilidades. Hay una ruta de las cuevas señalizada con la imagen de un potro, que nos lleva por Xareta y su historia.
Una interesante posibilidad es visitar la villa en Agosto y participar en el Ziriko-Jate. Seremos bien recibidos.
Otra opción para los más deportistas, son las rutas en mountain bike. Zugarramurdi se ha unido recientemente al proyecto Bidasoako Pedalak. Todo un reto adaptado a las posibilidades del visitantes.
LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI, también han llegado al cine. En esta ocasión de la mano de Alex de la Iglesia. El estreno de esta película será en el próximo festival de Cine de Donostia-San Sebastián. Hoy nos tenemos que conformar con un pequeño pero prometedor adelanto.
¡Zugarramurdi está de moda!
No hay comentarios:
Publicar un comentario